SINERGY - SUICIDE BY MY SIDE [2002]

Un disco que habla sobre el suicidio y no es gótico ni doom, lo que hay que ver. Y oir, claro.

Sinergy tienen su casa en Finlandia. Para el que no lo sepa es un grupo formado por Alexi Laiho y Kimberly Goss, ex-marido y mujer, se casaron y se separaron (aunque seguro que no lo hicieron por la iglesia) y hasta la fecha este es el ultimo disco que sacaron. Algunos habreis dicho "¿este Laiho quién es, que me suena tanto?". Es normal que te suene, porque Alexi es cuerpo y alma de Children of Bodom, y no solo suena, sino que suena bien. Para los que le gusten los datos, también andaba por aquí Marco Hietala al bajo, actualmente en Nightwish. Y a la batería, Tommi Lillman (¿hombre pequeño? ), de grupos como To Die For o Ajjatara.

"Suicide by my side" es un disco de Power, rapido y agresivo, muy al estilo Bodom en "Follow the Reaper" pero con la voz de Goss. ¿Malo? No, en absoluto. Es un disco lleno de buenas guitarras, se notan los dedos de Alexi sobre la guitarra y, a lo mejor también sobre Kimberly. Porque la americana de rasgos orientales se aleja bastante de la voz de femina de opera que tanto hemos oido en otros grupos del genero. Su voz le imprime caracter y energía a las canciones. Es destacable como le da fuerza a los coros, incluso a los que no son nada del otro mundo. Los teclados también son de los Bodom. Se nota bastante la calidad de los componentes, que además van acompañados de una buena producción del disco.

Las canciones tienen todas una dinámica muy similar y crean un disco muy homogéneo y escuchable. Canciones rápidas, contundentes, sin demasiada innovación, pero disfrutables y con la calidad que atesoran sus miembros. Quizá se nota cierta falta de inspiración, que se traduce en falta de grandeza. Buscando algunos desmarques, "Written in stone" que empieza con un acústico y produce una sensación más evocadora, aunque se rompe a ratos. "Shadow Island", teatral, con varias voces, y que se pierde un poco en el intento, no quedando majestuosa como creo que ellos pretendían. El resto, bastante decente, con algún altibajo ("Me, myself, my enemy" o "Nowhere for noone", por ejemplo). En la memoria una, la primera y la mejor del disco, "Spit on your grave".